14 DE AGOSTO: "LA PINGADA DEL MAYO"
El 14 de agosto es una fecha muy esperada por los visontinos, ya que marca el inicio de las fiestas patronales en honor a la "Virgen del Pino" y "San Roque". A las 11:30h, el repique de campanas inaugura oficialmente las celebraciones.
Este día destaca por la tradicional "Pingada del Mayo", un pino que mide entre 22 y 26 metros de altura y puede pesar hasta una tonelada, desprovisto de ramas, excepto en su copa. A las 12:00h, un desfile de color, alegría y peñas sube desde la Ermita de la Soledad hasta la Plaza Mayor, donde se comienza a levantar el Mayo en medio de la plaza. Para alzarlo, se utilizan grandes palos en forma de cruz, y bajo las órdenes del director, los mozos logran situarlo de manera vertical.
La elección del Mayo es realizada días antes por los mayordomos de la Cofradía de la "Virgen del Pino" (formada por los casados), quienes seleccionan el árbol que representa a la virgen. Este ritual es uno de los más emblemáticos y esperados de la festividad.
Tras la "Pingada del Mayo" en la Plaza Mayor, el bullicio de la gente y los mozos con las astas que usan para levantar el pino se dirigen hacia la Plaza de la Ermita de la Soledad, donde se realiza una segunda "Pingada". Este Mayo es levantado por los miembros de la Cofradía de "San Roque" (compuesta por los solteros). Este ritual simboliza la participación de todas las partes de la comunidad en las festividades.
LA OFRENDA DE LA "VELA" EN LA IGLESIA PARROQUIAL
Al caer la noche, alrededor de las 10:00h, se celebra una solemne función religiosa en la Iglesia Parroquial de Vinuesa, durante la cual se realiza la Ofrenda de la "Vela" del pueblo a su Excelsa Patrona, Ntra. Sra. del Pino, con la presencia de las autoridades locales.
La Ofrenda de las Velas es un ritual que se lleva a cabo en tres ocasiones, siendo la primera a la caída de la noche del 14 de agosto, cuando el pueblo ofrece su vela a la Virgen. El ritual es el mismo en los tres casos, aunque varía la vestimenta de las mujeres que participan. En el caso de la primera ofrenda –la del pueblo– las damas se visten con peineta y mantilla, mientras que las del día siguiente lo hacen con el traje tradicional de Piñorra.
El día 14 de agosto es solo el inicio de un conjunto de tradiciones que destacan la devoción y el espíritu comunitario que impregnan las festividades de este pueblo castellano.