En una época en que el estado no se preocupaba de las vías de comunicación, sin ferrocarril y por supuesto coches, los transportes se hacían a lomos de grandes recuas de machos y asnos reatados unos a otros, a cuyos lomos iban materiales y gentes. Pero en la zona de pinares había otro tipo de invención original: LA CARRETA. Robustas, todas ellas de madera, fabricadas para poder cargar muchos kilos y materiales voluminosos. Eran arrastradas por bueyes, cuya robustez les permitía a ritmo lento salvar cualquier obstáculo.
Desde 1300, los habitantes de Vinuesa y comarca transportaban desde Soria a Francia las inmensas cantidades de lana de toda la zona y productos elaborados de pinos.
En 1497, los Reyes Católicos crearon un órgano que los regulaba, "la Cabaña Real de Carreteros, Trajineros, Cabañiles y sus derramas", y que velaba por sus privilegios, similares a los de la Mesta. Esta actividad influyó en todos los órdenes de la vida de estas comarcas. La casa pinariega posee un enorme portón de entrada por donde había de introducirse carro y bueyes, con la entrada a las cuadras al fondo del portal.
Había dos tipos de carretas serranas: La "churra" para viajes cortos, y la "puerta a puerto" para grandes distancias.
Se Extinguió: El número de carretas llegó a las 6.429, 17.939 animales y 1.336 carreteros. Al final del S. XVIII, a causa del ferrocarril y problemas coyunturales, desaparecieron sus privilegios y en el S. XIX se extinguió la Hermandad. Fue causa de gran emigración de la zona.